La resolución aprobada en las Naciones Unidas en diciembre de 1968 ha causado una gran inquietud entre la población saharaui, según asegura el Gobierno de la colonia. Lo que preocupa a los saharauis son esos párrafos de la resolución que obligan a España a tener que negociar con Marruecos y Mauritania la organización del referéndum de autodeterminación. Lo consideran una interferencia de terceros en asuntos que solo conciernen al pueblo saharaui que la ONU ha introducido indebidamente. También desconfían de la insistencia que se hace en la resolución para que España acceda a la visita de una misión de la ONU. En el documento adjunto responsables de la seguridad insisten ante sus superiores en Madrid sobre la necesidad de llevar a cabo iniciativas que devuelvan la confianza a la población para evitar movimientos desestabilizadores.