La ONU aprueba dos proyectos de resolución aparentemente contrapuestos. El resultado es la resolución 3458 (XXX) A y B. La parte A recoge en buena medida la propuesta impulsada por Argelia y sus aliados. El objetivo es lograr que la Asamblea General rechace de plano los acuerdos de Madrid. Frente a esta iniciativa, se sitúa el proyecto promarroquí, impulsado por los apoyos del reino alauita para lograr justamente lo contrario, una aprobación explícita del acuerdo firmado sobre el Sáhara con España y Mauritania. Ninguna de las dos posturas triunfa.
Frente a los que señalaron esta resolución como una prueba de la ineficacia de la ONU, el embajador Piniés aseguró que, en realidad, la parte A y B son complementarias de tal manera que