Informe de Amnistía Internacional
«Cerrar capitulo»: los logros, las dificultades (informemde290011999es)
La cuestión de las «desapariciones» ha marcado la historia de Marruecos durante las tres últimas décadas y se mantiene como uno de los problemas de derechos humanos más dolorosos pendientes de resolución. Entre mediados de los años sesenta y principios de los noventa, las fuerzas de seguridad marroquíes hicieron «desaparecer» a más de novecientas personas. En 1984, 1991 y 1992 se excarceló a unos trescientos saharauis y al menos a 14 marroquíes «desaparecidos», algunos de los cuales habían pasado hasta 18 años aislados del mundo en centros secretos de detención. Más de cien «desaparecidos» murieron detenidos en secreto y la suerte corrida por centenares de «desaparecidos» más, casi todos saharauis, sigue sin conocerse.3
Las «desapariciones» de saharauis comenzaron a fines de 1975 y continuaron hasta comienzos de los años noventa.4 La última gran oleada de «desapariciones» de la que se tienen noticias tuvo lugar en noviembre de 1987, coincidiendo con una misión técnica de las Naciones Unidas al Sáhara Occidental. Los hombres, mujeres e incluso niños que «desaparecieron» en el Sáhara Occidental procedían de los más diversos sectores sociales. A muchos los detuvieron por presuntas actividades independentistas, apoyo al Frente Polisario u oposición al control marroquí sobre el Sáhara Occidental. Otros, entre los que también figuraban ancianos y niños, «desaparecieron» por sus vínculos familiares con adversarios, conocidos o supuestos, de la política del gobierno en el Sáhara Occidental.
A Bachir ould Selma ould Al Daf, muchacho de 14 años, lo detuvieron el 20 de febrero de 1976 en la zona de Mahziat, a unos veinte kilómetros al sur de Amgala. Se lo llevaron con un grupo de unas diez personas, entre las que figuraban su padre, un tío y un primo, mientras buscaban agua para los animales a su cuidado. Desde entonces, su familia no ha conseguido ninguna información de las autoridades sobre la suerte que ha corrido. Sin embargo, algunos presos que habían estado detenidos en el centro secreto de detención de El Aaiún han informado de que estuvo recluido con ellos, pero que posteriormente murió bajo custodia