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Houari Boumédiène (en la foto) se convierte en nuevo presidente de Argelia tras derrocar con un golpe de estado militar a Ben Bella. Boumédiène emprende una política que busca acabar con los poderosos resortes neocolonialistas que mantiene Francia, la antigua potencia colonizadora tras la independencia. Su política se dirige a poner fin al exclusivo control francés en la explotación de los ricos yacimientos de hidrocarburos y a lograr la retirada de las bases militares que Francia mantiene en el país. En el plano económico, su referencia será el modelo socialista que le servirá también para justificar la nacionalización de los hidrocarburos en 1971 que causará graves perjuicios a los intereses franceses.

Esta dinámica de enfrentamiento del Gobierno argelino del FLN a la política francesa para mantener su influencia en las antiguas colonias africanas y de reacción francesa para frenar la hegemonía regional argelina jugará un importante papel en la crisis hispano-marroquí de 1975 que desembocará en los llamados acuerdos de Madrid. Mientras Francia tomará partido por la anexión marroquí del Sáhara Español,  Argelia se volcará en el apoyo al Frente Polisario y su lucha contra los invasores y, lo más importante, en la política de solidaridad con las decenas de miles de saharauis que buscaron refugio en el país vecino huyendo de la política genocida marroquí.