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El Tribunal de Justicia de la Unión Europea sentencia que el acuerdo sobre aviación civil firmado en enero de 2018 entre Marruecos y la Unión Europea (UE) no se puede aplicar sobre el espacio aéreo del Sáhara Occidental, por ser esta aplicación ilegal y nula de pleno derecho, ya que “la UE no puede compartir la intención del reino de Marruecos de incluir el territorio en cuestión dentro del espacio de aplicación del acuerdo”.

La sentencia ha servido también para que el TJUE reconociera el derecho del Frente Polisario a personarse en contra del acuerdo “únicamente si fuera aplicable al territorio del Sáhara Occidental” y reconociéndolo así como legítimo representante del pueblo saharaui (art 25-26). La decisión del TJUE deja así a la Comisión Europea como la única institución europea que aún defiende la inclusión del Sáhara Occidental en los acuerdos con Marruecos.
El pueblo Saharaui ha conseguido una vez más demostrar que tiene la ley de su parte, frente a los esfuerzos de Marruecos por normalizar la ocupación del territorio, a través de las actividades económicas y el turismo. Las conexiones de vuelos internacionales desde el aeropuerto de Dajla, de hecho, responden a una estrategia del gobierno para promocionar el turismo de kite-surf. También son importantes las implicaciones para la industria pesquera. En los últimos meses se han registrado vuelos entre Dajla y las Islas Canarias para la exportación de pescado a España.
Esta es la tercera victoria judicial para el Pueblo Saharaui, que se une a las sentencias de 2016 y 2018 sobre productos agrícolas y pesca respectivamente; y viene a evidenciar una vez más las dudas sobre las negociaciones actuales de un nuevo acuerdo comercial entre la UE y Marruecos, que para aplicarse al Sáhara Occidental, deberá contar con el consentimiento explícito del pueblo saharaui, que es quien tiene derecho a la explotación de sus recursos de acuerdo al Derecho Internacional.